Había una vez un hermoso reino, en el que para poder acceder a él, había un camino largo y algo estrecho, pasaban justo las carretas donde los mercaderes, llevaban sus mercancías para poderlas venderlas en ese hermoso lugar y así ganarse el pan para sus familias.
El camino era todo liso y las personas pasaban sin dificultad, el único obstáculo que existía era una piedra, que los visitantes bordeaban para no tropezar. Las carretas en cambio, al ser el camino lo suficientemente justo para que pudiesen pasar, no había carro ni carreta que no tropezase con la piedra y hacía volcar la mercancía, haciendo perder a los mercaderes mucho dinero.
Un día, una niña que viajaba en la carreta de su padre a vender los dos últimos barriles de vino que les quedaban de la última vendimia y así conseguir algo de dinero para comer.
¿Sabéis que paso?
Recordáis, ¿Qué había en el camino?
Exacto…
El carro tropezó con la piedra volcándolo y rompiéndose los dos últimos barriles que les quedaban para poder conseguir alimento. Con el suelo todo humedecido y encharcado por el vino, la niña se agacho llorando junto a la piedra y comenzó a rascar la arena con sus pequeñas manos, se pasó casi más de dos hora, tenía ya las manos doloridas y ensangrentadas, cuando consiguió sacar la piedra y cuál fue su sorpresa cuando en el fondo del hueco que había dejado la piedra, había un saco lleno de monedas de oro.
Durante largos años el Rey del reino, dejó allí esa piedra, esperando que alguien la quitase del camino y así encontrar su recompensan. Tal y como le sucedió a esa pequeña niña.
Moraleja: “Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar tú condición” “Muchas veces, las piedras en el camino han sido puestas para hacernos tomar impulso”.
El camino no siempre es como nos gustaría que fuera, nadie dijo que fuera fácil, pero está en tus manos hacer que tu vida valga la alegría y no la pena.
Para PREINFA, cada piedra en el camino es un aprendizaje para superarnos a nivel personal y profesional, entregando y dando lo mejor de cada uno de nosotros. Las piedras no importan, las superamos, las recogemos y con ellas hacemos más grande nuestro Castillo (Preinfa).